PERIÓDICO LA CRUDA VERDAD DEL ALMA - SUPLEMANTO DE
FIN DE AÑO/2011-2012
Noche de Paz y Amor
salpicado de puntos
blancos.
La luna está sonriente
empolvada de luz
brillante.
Bebés adormecidos
en sus calientes cunitas,
chupetes de golosina,
manitos de muselina.
Así es la noche
infantil
desperezada y quieta.
Con seguros y
mamaderas
en los barrios de Babel.
Noche de paz,
noche de dulces
sueños,
prometedores futuros
en decorados de papel.
Pero en las orillas
bajas
hay pequeños friolentos
de pancitas muy
hinchadas
y piecitos de carbón.
Negritos como la noche,
dormidos en larga
espera.
Pulgarcitos en
almendras
que no podrán
florecer.
La luna los mira
triste
cierra sus ojos de
maga.
La noche recién
despierta
y las estrellas molestas.
¿Qué puede hacer el
Cielo
para repartir riqueza?
¿Cómo no desviar su
mirada
al océano de la nada?
Bastará con la
justicia,
el amor, la valentía.
El trabajo caritativo
sin indiferencia ni olvido.
Y si ves a todos los
astros
titilando en el
firmamento,
son sus ojos que abren
y cierran
complacidos y contentos.
¡Noche de Paz,
noche de Amor!
ANY CARMONA
NOCHEBUENA EN AMERICA DEL SUR
hace calor en Navidad.
Verano muy candente,
de alegría y hermandad.
Hoy nacerá un Niño
que simboliza el Amor.
Hoy sonarán campanadas
de Paz y de Perdón.
Renacer verde y
fragante,
con frutas, flores y Luz.
Con brisas veraniegas
y villancicos a Jesús.
Papá Noel baja al
jardín,
en silencio deja regalos
sobre nuestros
zapatitos
que esperan bajo el
árbol.
Tendremos un gran
pesebre
en nuestra misa de
Gallo.
A María y José
y a los Reyes
alabamos.
En el hemisferio sur
Nochebuena es como un
cuento
con estrellitas y dulces
anunciamos el
Nacimiento.
Esperanza para los
pobres
sin importar su
origen.
Suerte, salud y
abundancia
a hombres y mujeres de
bien.
¡Feliz Navidad
y Próspero Año Nuevo
para América del Sur!
ANY CARMONA
Necesitamos paz
Alcanzar amor y perdón
Vivir en renovada
reflexión
Invitando a Jesús a la
mesa
Démosle el mejor
presente
Aunando deseos de
hermandad
Dios viene a nosotros,
una vez más.
ANY CARMONA
Navidad
de cartón*
ANY CARMONA
*Del libro Luz de soledad
Ha
nacido un niño en la villa.
Vio
la luz en un rancho de chapa y cartón.
Llantos
almibarados mojaron las vías
y la
pobreza sintió la paz de la
Nochebuena.
Cantaron
los cartoneros su canción de cuna:
Buena
cosecha y mejores augurios
para
una Navidad de cartón y vino,
sin
ningún pan dulce y ninguna estrella.
Ha
venido el hijo entre la miseria y la duda,
sobre
hilos dorados y papel de regalo,
bolsas
enormes de polietileno
y
cartulinas viejas formando puntillas.
De
muchos lugares vinieron a verlo,
con
obsequios preciosos
y
grandes promesas.
Y
hasta tres hombres del Municipio
le
acercaron presentes inesperados.
Polvo
de leche en lata,
panes
de jabón pintados,
retazos
de tela hecha jirones
y un
Plan de Ayuda de humo y espuma.
Pobre
bebé dormido en su pesebre de cartón
trae
bajo el brazo abandono y desamor,
mentiras
olvidadas
pero
en su futuro,
resplandor.
REYES MAGOS Y JESÚS
Entre
astros fugaces
Y pensamientos de amor
Envía
nuestro Dios a su hijo
Salvador
Magos
que llegan del Cielo
Agradeciendo
la venida del Niño
Gotas
de llanto que caen
Oraciones
exultantes de paz
Santa
María ha parido,
Ya
es mamá.
José
ve al bebé y sonríe
En
su cuna besos derrama
Su
cuerpo pequeño eleva
Ungiendo
su frente exclama:
¡Señor vive…Él vive…el Redentor!
ANY CARMONA
CRECER EN NAVIDAD
cuento de Any Carmona
Mis hermanos y yo nos sentamos a la mesa del comedor con un blog de papel de cartas, varios sobres y lápices. Nuestra madre había dicho que a Papá Noel había que escribirle si queríamos que nos trajera los juguetes que deseábamos tener.
Mi hermana Daniela y
yo nos habíamos puesto de acuerdo en lo que pediríamos y es más, ya teníamos
hasta los detalles de nuestro pedido: Dos muñecas que caminaran, hablaran y
cantaran. La mía con pelo largo y rubio y la de ella igual pero con pelo
platinado (como la de nuestra prima). No muy grandes para que no nos pasaran en
altura y, eso sí, con ese perfume tan exquisito que habíamos olido esa vez en
la juguetería. ¡Esas muñecas tan caras! Esas, eran las que queríamos.
Mi hermano Rodolfo, en
cambio, pidió un camioncito de Duravit, el más grande que venía. Era tan grande
que hasta él, que tenía apenas tres años, podía subirse y andar sobre el mismo.
Lo pidió rojo, igual al que vimos ese mismo día en la juguetería.
-
Ahora sí lo vas a tener, Papá Noel te lo va a traer. Vas a
ver que este año te lo trae – le dije muy convencida, a mi pelirrojo hermano,
tan chiquito e ingenuo que pensaba que si se lo pedíamos con fervor, seguro no
fallaba.
-
Entonces le pido algo más – me dijo.
-
A ver… ¿qué podemos pedir además? – preguntó mi hermana.
-
Pidamos golosinas…muchas, muchas golosinas…pero de esas que
mamá no nos deja comer: chocolates, mantecol, mucho mantecol… y caramelos de dulce
de leche, de esos que son enormes y se
pegan en los dientes – Agregué yo que era gordita y glotona.
-
¡Sí…y pidamos chocolates de Bariloche en rama! – dijo
Daniela.
Y agregamos estos
pedidos dulces a los de juguetes. Escribimos una carta cada uno que pusimos al
pie del gran árbol de navidad que teníamos en casa. Un árbol que casi llegaba
al techo…
Esa tarde de vísperas
de Noche Buena me junté con mi vecinita Mirta que vivía en frente, a jugar a
“la cocinita”. Ella tenía una cocinita en miniatura para niñas hecha de metal
esmaltado en blanco (igual a las verdaderas), con mesada, piletita y alacena. Todo
de juguete. Era una réplica casi exacta a las reales. Yo siempre me cruzaba a
su casa para jugar y esa cocinita me tenía loca. Ese día le dije a mi amiguita:
-
Ya le mandé la carta a Papá Noel, le pedí una muñeca que
hable y muchas golosinas…¿Vos qué le pediste?
-
Nada porque Papá Noel no existe, no existe, Papá Noel son los
padres – Me zampó así de pronto sin darse cuenta del impacto que eso provocaría
en mí.
-
¿Qué estás diciendo? Papá Noel existe y todos los años nos
trae algo lindo de regalo. El año que viene pediré una cocinita igual a la tuya
– le dije.
-
Te digo que no existe, preguntale a tu mamá, preguntale y
verás – insistió mi cruel amiguita. Tan cruel como suelen ser los niños a veces.
Corrí asustada a mi
casa, subí las escaleras y casi llorando pregunté a mi madre que estaba
cocinando para la noche: - Mamá ¿Es verdad que Papá Noel no existe, que son los
padres? - Mi madre me miró, se agachó y
tomándome de los hombros me dijo:
-
Como ya sos grandecita te diré la verdad, pero no les digas
nada a tus hermanitos. Papa Noel es una fantasía. Somos los padres los que
hacemos los regalos y armamos ese cuento para los chicos.
-
¡Pero yo lo vi, lo vi en la Galería …estaba con su
traje rojo y su barba blanca! – grité con lágrimas en los ojos.
-
Sí pero era un señor que se disfraza cada año para darles
ilusión a los nenes. En realidad es un actor – dijo mi madre con mucha ternura.
-
Entonces ustedes me mintieron, no puede ser, no puede ser – Contesté
muy decepcionada y me fui a mi habitación a meditar sobre el porqué de tal engaño.
Todo el día estuve
triste y muy asustada y con muchas ganas de contarles a mis hermanos sobre la
gran mentira de la que eran presos. Pero me contuve ante la cara amenazante de
mi madre.
Esa noche festejamos la Navidad con una rica cena
y pusimos los zapatos en el árbol para abrir los regalos al día siguiente ya
que no nos dejaban quedarnos hasta las doce. Los niños se acostaban temprano en
los años sesenta…
Recuerdo que no pude
dormirme hasta muy tarde. Mi cama estaba debajo de la ventana que se encontraba
abierta de par en par por el calor de diciembre y yo estaba temerosa pensando que en cualquier momento
entraría Papá Noel porque “Él sí existía”
y seguramente me visitaría. Decepción, miedo, tristeza fueron los sentimientos
que me embargaron en esa Navidad. Me dormí después de mirar largamente el cielo
por la ventana más cuando abrí los ojos, ya era de día.
Los tres corrimos como
locos a ver los regalos en el árbol, Dani, Rodo y yo, que quería saber si todo
había sido una equivocación y Papá Noel nos había escuchado…¡Las muñecas, el
camioncito y las golosinas!...Las golosinas estaban, no chocolate en rama, no
mantecoles, no caramelos gigantes de dulce de leche…Solo esos caramelos baratos
y esos chocolatines blancos que no hacían mal…
-
¿Qué pasó mamá…qué pasó?... ¡Papá, vení a ver!– preguntamos a
nuestros padres.
-
Es que Papá Noel este año no pudo, está pobre – Dijo nuestra
mamá – Hay que conformarse con lo que él nos regala, a veces no se puede, no
siempre Papá Noel puede hacer regalos importantes.
Miré sus enormes ojos
celestes y vi tristeza en la cara de mi madre. Entonces comprendí que era
verdad: Papá Noel no existía y la pobreza en mi familia había llegado hasta
nuestra Navidad. Ese año crecí de golpe.
ANY CARMONA
Carta a los Reyes
Magos /2012
Queridos Magos:
Quiero pedirles que con su magia inalterable, traigan al Mundo, Paz para los que sufren. Bienestar. Amor. Perdón.
También que perdure la Alegría en la mesa de este país que ha apostado a la unión y la felicidad general. Esta vez, queridos Magos, quiero darles las gracias pues veo que los deseos buenos que tenemos las personas de bien se van cumpliendo y que los que no han sido ni son de bien están pagando con la fuerza de la ley, como corresponde. Eso me llena de alegría. Quiero agradecerles también por haberme escuchado en mi anterior carta porque pedí paz y mejoría para Argentina y se dieron en este bienio que pasó, esos pedidos de bienaventuranza. Con creces he sido recompensada tanto a nivel personal como nacional.
Quiero pedirles que con su magia inalterable, traigan al Mundo, Paz para los que sufren. Bienestar. Amor. Perdón.
También que perdure la Alegría en la mesa de este país que ha apostado a la unión y la felicidad general. Esta vez, queridos Magos, quiero darles las gracias pues veo que los deseos buenos que tenemos las personas de bien se van cumpliendo y que los que no han sido ni son de bien están pagando con la fuerza de la ley, como corresponde. Eso me llena de alegría. Quiero agradecerles también por haberme escuchado en mi anterior carta porque pedí paz y mejoría para Argentina y se dieron en este bienio que pasó, esos pedidos de bienaventuranza. Con creces he sido recompensada tanto a nivel personal como nacional.
En este 2012 que
comienza también les pido a ustedes, que están tan cerca de Jesús, que den
fuerza y sobre todo salud, a nuestra Presidenta para continuar trabajando en pos de nuestro gran
sueño de una Argentina mejor, digna de ser vivida por todos. Por eso pido pan
para los pobres, techo para los habitantes de la calle, tierra para los hombres
y mujeres originarios, claridad ética para los empresarios y caridad para los ricos
y poderosos.
Pido también para
mi familia, algo de unidad, solidaridad y perdón. Que los avatares de la vida
no nos sigan alejando y que siempre prevalezca el amor y los lazos familiares.
Que el ejemplo de entrega, humildad y generosidad de aquel mito bíblico, nos
guíe en el camino para alcanzar la verdad.
Para todos los amigos, cercanos, corpóreos, lejanos, virtuales, presentes y ausentes, pido riquezas espirituales, virtudes esperadas y bienestar general.
Se que Ustedes llegarán en sus camellos a tomar agua de mi aljibe, comerán del heno en los barrios y dejarán paquetes de alegría en los zapatos de los niños. En mis zapatos dejen por favor, como siempre, un corazón latiendo, apasionado, vibrante y vivo. En mis zapatos dejen caramelos de miel, ríos de chocolate y barcazas de luz que me lleven siempre por el camino mágico de los sueños.
Gracias queridos Reyes Magos por leer esta carta. La envío desde Buenos Aires, cuna del tango, a la orilla de mi río chocolatado.
Cordialmente…Any Carmona.
Para todos los amigos, cercanos, corpóreos, lejanos, virtuales, presentes y ausentes, pido riquezas espirituales, virtudes esperadas y bienestar general.
Se que Ustedes llegarán en sus camellos a tomar agua de mi aljibe, comerán del heno en los barrios y dejarán paquetes de alegría en los zapatos de los niños. En mis zapatos dejen por favor, como siempre, un corazón latiendo, apasionado, vibrante y vivo. En mis zapatos dejen caramelos de miel, ríos de chocolate y barcazas de luz que me lleven siempre por el camino mágico de los sueños.
Gracias queridos Reyes Magos por leer esta carta. La envío desde Buenos Aires, cuna del tango, a la orilla de mi río chocolatado.
Cordialmente…Any Carmona.
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