Construir puentes es más difícil
que construir muros pero también si construimos un puente queda invalidado el
hecho de la confrontación, la lucha o la negociación. Construir un puente pero
a costa de claudicar en los principios, no sirve. El muro separa, aísla; el
puente comunica, dispone al encuentro. Pero el encuentro, ¿según las reglas de
quién o quiénes? ¿Es acertada la metáfora "Libros como puentes" que
da el nombre a esta Feria del Libro de Buenos Aires/2013? ¿Hay una postura
política en esta elección?
Si bien es cierto que los libros
conectan, potencian encuentros muchas veces inesperados, otras veces pasibles de
rechazo, es cierto que, ¡tantas cosas entran en juego! Por ejemplo nos lleva al
análisis sobre quién o quienes deciden qué se publica y por lo tanto qué
podemos leer o no.
Explorar una feria de estas
dimensiones lleva al vértigo de la comunicación infinita y también de las
páginas en blanco, lo que no se publica. Porque no se trata solo del libro y
yo, sino de los libros entre sí, sus procedencias, sus géneros, sus escuelas,
la época en que fueron escritos, sus destinatarios… y a admirar o no la forma
en que el espacio destinado cada año a este fin, es organizado. El vértigo
incluye el continuo rumor de pasos y voces, el andar discreto de algún escritor
conocido rumbo a su charla o su mesa panel y las charlas de adolescentes que
descubren el libro de sus amores en algún estante. El vértigo nos lleva a la incomunicación de la comunicación.
La novedad del año fue elegir una
"ciudad invitada": Amsterdam, que ocupa un cordial espacio de café,
elementos alusivos y la interesante visita de escritores holandeses. Sea o no
parte de la "onda Máxima", esa urbe constelada de puentes sobre
bellos canales ilustra el lema de la Feria. Recuerda a Hans Brinker y los
patines de plata, el relato para niños que la estadounidense Mary Dodge
publicara en 1865 y que los holandeses leen aun hoy como un clásico propio. Más
puentes. ¿Siempre puentes con lo fastuoso, con lo europeo, con la realeza ya
demodé?
Y las conexiones que así se logran
entre tiempos, espacios, ideologías y emociones invaden la mente como una marea
de creatividad, apertura de cabezas y contradicciones.
“Libros como puentes” alude a la unión a cualquier costo y por lo tanto al perdón, al silencio, al olvido. Tal vez otro año se pueda inaugurar
una feria que se denomine “Libros como barricadas”. Barricadas para la lucha por una mejor y más veras comunicación. Por una democratización del acceso a la cultura y a la publicación y divulgación de las letras ¿Será posible hacerlo para
quienes organizan cada año esta muestra?
Excelente análisis..."Libros como puentes", "alude a la unión a cualquier costo" y esto es real a la hora de tender puentes "reales" y no ilusorios para cualquier persona o grupo
ResponderEliminarGracias querida amiga, por tu comentario.Coincidimos en nuestra opinión...besos...Any
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