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sábado, 13 de abril de 2013

EDIFICIOS HISTÓRICOS: EL PALACIO BAROLO


DANTESCA BUENOS AIRES

Esta urbe que habitamos nos depara sorpresas. Existe un edificio ya histórico cuyo arquitecto se inspiro en La Divina Comedia para diseñarlo. 
por RICARDO COPLAN


                              
Para los transeúntes que  deambulan por sus veredas o su Pasaje,  entre la Av. Rivadavia y la calle Hipólito Irigoyen,  puede ser una experiencia fascinante o macabra saber que el Edificio Barolo, ubicado en Av. Rivadavia 1370, fue diseñado por el arquitecto italiano Mario Palanti  con la intención expresa de ser mausoleo de los restos mortales de Dante Alighieri..
Corría ya el interregno entre ambas guerras mundiales, y se avizoraba en el ambiente la posibilidad de la segunda guerra. Ante la posibilidad de que los restos del insigne escritor fueran violentados o perdidos, Palanti, integrante de la logia La Fede Santa, cuyo origen se remonta a la edad media, y que tenían al Dante como máxima autoridad, se propone trasladar sus restos a la Argentina.
La Divina Comedia no fue de mucho agrado para los florentinos en su época, ya que coloca a muchos de ellos en el Infierno. Después de un exilio en Ravena de 20 años,  el Dante muere en 1321.Habian pasado dos siglos, cuando el Papa León X exige  que el cadáver regrese a Florencia. Pero he aquí que el cadáver no estaba en su tumba. Tendrán que pasar tres siglos para que reaparezcan y sean por fin sepultados en Florencia.
“La división general del edificio y del poema es ternaria: Infierno, Purgatorio y Cielo. El número de jerarquías infernales es el nueve; nueve son las bóvedas de acceso al edificio que representan pasos de iniciación, cada uno enumerado y descripto con fra­ses en latín en cada bóveda. El número siete son las divisiones del Purgatorio y de la torre del Barolo, que lo representa. Palanti no representa los nueve cielos sino a través de la puerta, que es el faro de 300.000 bujías; sobre él la constelación de la Cruz del Sur: la entrada de los cielos, que se la puede ver sobre el Barolo en los primeros días del mes de junio a las 19:30 alineadas con su eje. La mayoría de los cantos comprende once o veintidós estrofas; los pisos del edificio están divididos en once módulos por frente, veintidós módulos de oficinas por bloque; la altura es de veintidós pisos: catorce de basamento, siete de torre, un faro”( Carlos Hilguer, en Monumento al genio latino, Revista Summa +3).
El edificio es una maqueta ilustrada del cosmos, siguiendo la tradición de la catedral gótica.
Desde mediados del siglo XlX y gran parte de la primera mitad del siglo XX el revival del gótico engendró un vasto repertorio de formas y actitudes medievalistas, que signi­ficaban la garantía de la generación de una nueva comunidad. El espíritu gótico del arte unificado influyó en Morris, Taut, Behrens, Gropius, Wright. Motivaba búsquedas metafísicas y unificaba a los artistas en hermandades espirituales como los prerrafaelistas en Inglaterra, seguidos por los Arts and Crafts, la comunidad de Darm Stadt, la comunidad del desierto de Wright, la cadena de cristal de Taut, los Rosecroix de Péla­dan, la Bauhaus, la Fede Santa de Palanti. La ilusión de transformar la vida y la sociedad mediante la arquitectura era una tradición heredada del espíritu constructivista gótico y sus cofradías y hermandades. Pero era un gótico inventado por la imaginación tardorromántica, que no era una resultante de la historiografía. ( Carlos Hilguer, idem)
Además nuestro buen arquitecto pergeño y construyo otro edificio similar en Montevideo, el Palacio Salvo, con su faro en la cúspide, con la idea de que ambos sean como las columnas de Hércules, iluminando la entrada a nuestro mar dulce.
Curiosidades del destino, ambos faros sirvieron para comunicar entre Buenos Aires y Montevideo, el resultado de la pelea entre  Luis Ángel Firpo (“el toro salvaje de las pampas”)  y Jack Dempsey, por el titulo mundial peso pesado de boxeo, en 1923.
Palanti regreso a Italia haciéndose entusiasta del Duce.
Pero eso es otra historia.

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